Hoy 8 de marzo es el día de la mujer y hay tantas formas de celebrar y conmemorar este día, aplaudir mujeres tan berracas, pero es que tesas somos todas.
¿Por qué se celebra el día de la mujer?
De acuerdo a ONU mujeres el 8 de marzo reconoce la lucha de las mujeres por la reivindicación de sus derechos, la igualdad, la justicia, el desarrollo y la paz sostenibles. La Carta de las Naciones Unidas (1945), es el primer acuerdo internacional que afirma el principio de igualdad entre mujeres y hombres.
En 1975, Año Internacional de la Mujer, las Naciones Unidas conmemoraron por primera vez el Día Internacional de la Mujer el 8 de marzo. Dos años más tarde, en diciembre de 1977, se institucionalizó cuando la Asamblea General adoptó la Resolución 32/142 que proclamaba un Día de las Naciones Unidas de los Derechos de la Mujer y la Paz Internacional.
Aunque el día de la mujer es todos los días, este día nos enorgullece celebrarlo para honrar a todas las mujeres que nos han permitido estar aquí para disfrutar la vida que merecemos y que muchas sueñan aún, porque la lucha por defender los derechos de la mujer continúan en pleno siglo XXI.
Hace poco leí que el Secretario General de la ONU Antonio Guterrez decía que los avances hacia la igualdad de género se estaban desvaneciendo ante nuestros ojos y señaló que el alcance de equidad de género se encontraba a 300 años de distancia según las estimaciones de ONU Mujeres. Se pone de presente que la lucha por la igualdad de género y las necesarias reivindicaciones ante el cambio climático continúa además siendo liderada por mujeres.
Así que por esto y muchas razones más, queremos compartir con ustedes un tema que nos vincula, apasiona y claramente nos convoca a reflexionar a todas: La menstruación digna y sostenible.
¿Qué es la menstruación digna y sostenible?
Como ya sabemos, la menstruación es el desprendimiento del endometrio en forma de sangre por la vagina. Ocurre cada 28 días aproximadamente, y para no manchar la ropa interior ni las sábanas las personas que menstrúan normalmente utilizan tampones, toallas sanitarias o pantiprotectores que absorben la sangre. El problema es que estos productos menstruales no siempre son cuidadosos con la vulva y la vagina y pueden producir infecciones; además son de un solo uso y pueden resultar muy contaminantes.
La menstruación sostenible propone reducir al máximo el uso de productos menstruales desechables y sustituirlos por productos reutilizables, como la copa menstrual, las toallas sanitarias de tela o los calzones menstruales. No obstante, la menstruación sostenible también contempla las técnicas del sangrado libre o la del flujo instintivo libre.
El ciclo menstrual no es solamente sangrar periódicamente, es un proceso natural y biológico del cuerpo humano que debemos honrar, apreciar y respetar porque nos habla de la salud de nuestro cuerpo, del poder de concebir la vida y vivir una sexualidad sana y consciente. Cada vez más gente se está sumando a vivir su menstruación de forma sostenible y consciente, tanto para beneficio del planeta como un efectivo cambio en la forma como hemos vivido la menstruación que muchas veces ha sido desde el asco o la pena.
¿Cuál es la realidad de los productos menstruales desechables?
A pesar de que es un tema aún tabú, con muy poca información y un estigma social inmenso, si leyeron la historia sobre la copa menstrual ya sabrán que desde el siglo XX existe, pero no se logró popularizar debido a que no representaba tan buen negocio como lo eran los productos íntimos desechables, como tampones, toallas higiénicas y protectores diarios desechables que aseguraban una venta segura para cada persona menstruante.
Las toallas sanitarias y los tampones son el quinto plástico de un solo uso más encontrado en el fondo del mar.
No se está hablando suficiente de los prejuicios y del desconocimiento que rodean a la menstruación: los dolores menstruales, el trastorno disfórico premenstrual, la amenorrea, los ovarios poliquísticos, la sobre medicalización de las pastillas anticonceptivas y un largo etcétera, son temas muchas veces silenciados o incluso desconocidos.
Los productos como las toallas y tampones que todos conocemos, contienen plásticos y químicos como rayón, dioxina, asbesto, entre muchos otros; sustancias tóxicas encontradas de igual manera en productos de limpieza. El fin de estos productos es de absorción inmediata sin importar cómo puedan afectar la salud de las personas. Hablamos de protección vaginal, una zona altamente delicada, que al ser permeable, absorbe todas estas sustancias con acceso directo al torrente sanguíneo, además de generar ambientes perfectos para el desarrollo de bacterias que causan infecciones vaginales.
Lamentablemente el daño no solo es interno, también nuestro medio ambiente se ve gravemente afectado. A lo largo de su vida, una persona menstruante desecha entre 15 y 17 mil toallas y tampones, por lo que anualmente se generan 210 mil toneladas de basura únicamente proveniente de productos menstruales. Si tomamos en cuenta que cada toalla o tampón desechable tarda cerca de 500 años en descomponerse y es decir que no desaparecen en un 100%, vale la pena preguntarnos ¿cuánta basura se genera por las casi 23 millones de personas menstruantes en Colombia?
Si bien en Colombia la estigmatización de la menstruación no está al nivel de países como India, en donde a las mujeres no se les permite ingresar a la cocina porque agrian la comida, o como Nepal, donde las niñas y mujeres son aisladas por miedo a que traigan al hogar desgracia, el índice de pobreza menstrual es alto.
Según la encuesta en Colombia realizada por Pulso Social realizada por el Departamento Administrativo Nacional de Estadística (DANE), el 16.5% en 23 ciudades de Colombia no pudieron acceder a productos menstruales. En la consulta al menos 60.000 mil respondieron que los elementos del periodo que usaban eran telas, trapos, calcetines, papel o servilletas y 16.000 mujeres respondieron que no usaban ningún elemento.
En el Congreso se dieron a conocer otras cifras relacionadas con los derechos menstruales y la importancia de trabajar en este tema:
2 de cada 5 niñas pierden 5 días escolares al mes por no contar producto de cuidado íntimo menstrual.
45% de las niñas y adolescentes en zonas rurales no saben cuál es el origen de la menstruación.
El Congreso pretende generar conocimientos adecuados y oportunos de la menstruación y las opciones disponibles para el manejo menstrual teniendo en cuenta la perspectiva cultural. Promover el manejo de la higiene menstrual en las instituciones educativas identificando estigmas, normas y prácticas desfavorables que impiden las transformaciones culturales, sociales y políticas necesarias. Lograr que el Gobierno Nacional, a través del Ministerio de Salud y del Ministerio de Educación, haga que los entes territoriales realicen la entrega gratuita de los artículos de higiene menstrual a la población más vulnerable.
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Aunque desde el 2018 en Colombia las toallas y tampones están exonerados de Iva al igual que la copa y en 2020 se pidió a las secretarías proporcionar estos productos en condición de calle y otras ciudades han estado trabajando en este sentido. El problema es que en ningún momento se están contemplando las maravillosas opciones sostenibles que existen.
Las mujeres gastan $210.000 anualmente en productos desechables de salud menstrual, y esto por 40 años de menstruación, ¿cuánto puede llegar a ser?
Una persona que menstrua y usa toallas higiénicas aproximadamente puede necesitar cinco de estas en 24 horas, sumado a la duración del periodo, que en promedio está en cinco días. Si tiene 12 períodos menstruales al año requiere de 300 toallas.
Aunque el valor unitario puede variar dependiendo de la marca y el lugar en que se compre, tomando un promedio de $700, cada mujer o persona menstruante debe pagar anualmente $210.000, lo que para un promedio de 40 años serían $8,4 millones.
¿Por qué es importante conocer esto?
Laura Contreras-Aristizábal, antropóloga, investigadora en salud menstrual y creadora de Medicina Mujer, indicó que exponer los temas relacionados con la menstruación promueve la equidad de género.
El comercio y gasto económico constante en productos menstruales en cada periodo hace que solamente el 12% de la población mundial tenga acceso a productos de higiene menstrual, lo que se denomina como pobreza menstrual.
Esto impide que cientos de niñas vayan a la escuela durante su menstruación, y que personas de escasos recursos utilicen periódico, cartón, calcetines, y otros objetos antihigiénicos para controlar su menstruación.
Si hablamos de productos íntimos sostenibles un panty para el periodo cuesta $52.000 y el pack de tres $113.400, que pueden durar hasta tres años o más según el uso y cuidado.
¿Qué productos menstruales sostenibles hay?
Existen muchas alternativas a los tampones y toallas sanitarias como:
La Copa Menstrual
Toallas Higiénicas Reutilizables
Protectores Diarios Reutilizables
Pantys Menstruales Reutilizables
Tangas Menstruales Reutilizables
Realizar Free Bleeding (Sangrado Libre) / Free flow instinct (flujo instintivo libre)
Vamos a hablar un poco de cada uno,
1. La copa menstrual
Es un recipiente en forma de copa hecho de silicona hipoalergénica, respetuosa del pH vaginal, que se introduce en la vagina como un tampón. La copa tiene grandes ventajas: puede aguantar hasta 12 horas sin ser vaciada (aunque es recomendable hacerlo antes), puede durar hasta 10 años y es muy higiénica. Sin embargo, no te recomendamos este producto si siempre te ha sido muy molesto usar tampones o si estos te producen reacciones alérgicas. En nuestro artículo sobre todo lo que tienes que saber de la copa te contamos más cosas.
2. Toallas Higiénicas Reutilizables
Para quienes prefieren el uso de toallas durante su menstruación, existen las toallas sanitarias de tela. Es exactamente el mismo concepto que el de las toallas desechables, con la diferencia de que son reutilizables y un poco más gruesas. Para el caso de nuestras toallas sanitarias son muy fáciles de lavar, puedes remojar luego estregar y volver a lavar. También puedes lavarlas en lavadora dentro de bolsitas para ropa delicada. Para cubrir un ciclo menstrual, lo ideal es tener varias para que dé tiempo de limpiarlas y que se sequen. Pueden durar hasta tres años o más con buenos cuidados.
3. Protectores Diarios Reutilizables
Es exactamente el mismo concepto que el de los protectores desechables, con la diferencia de que son reutilizables y son más útiles para flujos leves. Pueden durar hasta tres años o más con buenos cuidados.
4. Pantys Menstruales Reutilizables
A pesar de tener el aspecto de la clásica ropa interior, los calzones menstruales, están diseñados para absorber el flujo menstrual sin manchar la ropa que llevas puesta, gracias al tejido con el que están hechos, qué es drenante, absorbente, transpirable e impermeable. Absorben la misma cantidad de flujo que seis tampones o tres toallas sanitarias. Son útiles, muy cómodos y totalmente inolores.
Si se quiere pasar todo el ciclo menstrual con este producto, es recomendable tener hasta tres o cuatro calzones porque es necesario lavarlos tras su uso. Para el caso de nuestros pantys menstruales, puedes remojar luego estregar y volver a lavar. También puedes lavarlas en lavadora dentro de bolsitas para ropa delicada. Además, la gran ventaja es que se secan muy rápido. Pueden durar hasta tres años o más con buenos cuidados.
5. Tangas Menstruales Reutilizables
Las tangas para el periodo son a simple vista similares a la ropa clásica interior. sin embargo, estas tienen una pequeña capacidad de absorción ideales para para flujos leves. Pueden durar hasta tres años o más con buenos cuidados.
6. Realizar Free Bleeding (Sangrado Libre) / Free flow instinct (flujo instintivo libre)
El freebleeding o sangrado libre es la práctica de menstruar sin utilizar productos para absorberla. Empezó como un movimiento activista en la década de los 70 para protestar contra el síndrome del shock tóxico, una infección poco común pero grave que pueden provocar las bacterias que crecen en los tampones. El sangrado libre es una forma de visibilizar la menstruación y todo el estigma que la rodea, aunque también es la forma de vivir la menstruación escogida por muchas personas que hacen home office o que pasan mucho tiempo en casa.
Por otro lado, el flujo instintivo libre es una técnica que se basa en el hecho de que, contrariamente a lo que pensamos, la menstruación no es un flujo constante de sangre, sino que es intermitente. Por lo tanto, con mucha práctica y aprendiendo a escuchar el cuerpo, se puede llegar a saber el momento exacto en el que saldrá la sangre. ¿Cómo? La idea es que cuando sientas que la sangre está pasando por el cuello del útero, contraigas el suelo pélvico para mantenerla dentro de la vagina hasta que vayas al baño y la dejes caer. Puedes tardar varios ciclos en dominar la técnica, pero, ¡todo es cuestión de práctica!
Beneficios de la menstruación digna y sostenible
1. Beneficioso para el medio ambiente
Según un estudio realizado por la Comisión Europea, los productos menstruales son el quinto plástico de un solo uso más encontrado en el fondo del mar. Se calcula que menstruamos durante aproximadamente 40 años de nuestra vida. La regla dura, de media, unos cinco días por ciclo menstrual, y al día se utilizan unos cuatro tampones o toallas sanitarias; esto supone que, a lo largo de la vida, una persona usa entre 11,000 y 16,000 productos menstruales de un solo uso. Esto se traduce en unos 125-150 kg de plástico que tarda más de 500 años en descomponerse.
2. Beneficioso para tu bolsillo
Para llevarnos una idea, las toallas higiénicas cuestan $18.650 y el pack de tres $49.950, que puede durar hasta tres años o más según el uso y cuidado.
Finalmente las copas menstruales son una alternativa más que cuesta $75.950 y tienen una vida útil de 10 años en promedio, todas alternativas que ayudan a reducir los residuos ambientales.
Ya vimos que, una persona que menstrúa gasta en tampones o toallas sanitarias tradicionales, $210.000 mil pesos al año! Eso sin contar los medicamentos para el dolor menstrual o la ropa interior nueva para sustituir la que se va manchando.
3. Beneficioso para tu cuerpo
Lo mejor de pasarse a la menstruación sostenible es, sin duda, el proceso de autoconocimiento que tiene lugar una vez que das el paso. Tanto si practicas el sangrado libre como si usas la copa, los calzones o las toallas sanitarias reutilizables, es inevitable que haya un cambio de concepción sobre tu propia menstruación. Cuando utilizas toallas y tampones desechables, la regla no es nada higiénica y encima huele mal. En cambio, cuando empiezas a utilizar calzones menstruales, toallas sanitarias de tela, la copa de silicona, o incluso pruebas a no ponerte nada y que la regla vaya bajando siguiendo su curso, te das cuenta de que ni sangras tanto ni es para nada asqueroso y apestoso.
Lo último
Hacer el cambio de toallas a calzones o copa menstrual es más difícil para las personas que viven en condiciones de vulnerabilidad y no tienen la posibilidad de desembolsar esos montos en una sola compra.
Así, estas alternativas se convierten en una gran opción para economizar dinero, pero no son viables para todas las mujeres del país, teniendo en cuenta que en 2021 habían 19,6 millones de personas viviendo en condiciones de pobreza y 6,1 millones en pobreza extrema y por este motivo debemos seguir luchando para que el gobierno apoye el uso de productos íntimos menstruales gratuitos para personas menstruantes que no pueden acceder ellos.
Debemos continuar rompiendo estigmas sociales, facilitando información confiable y ofreciendo productos reutilizables de calidad para vivir una menstruación digna con respeto a nuestro cuerpo y medio ambiente.
El Día Internacional de la Mujer nos brinda una oportunidad de transformar el impulso en acción y contribuir a empoderar a las mujeres en todos los contextos.
La menstruación sostenible supone una reconexión con el propio cuerpo y una reconciliación con la menstruación y el ambiente. Y si tu puedes hacer el cambio a productos íntimos reutilizables y sostenibles ¿Lo harías?
REFERENCIAS
https://colombia.unwomen.org/es/dia-internacional-mujer-2022
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